Bessel Van Der Kolk, en su libro “El cuerpo lleva la cuenta”, dice: “ser paciente, en lugar de participante en el propio proceso de curación, separa de su comunidad a las personas que sufren y las aísla de su yo interior”.
Este reputado investigador sobre el trauma conoce los límites del tratamiento farmacológico, un plan terapéutico en el caso de la salud mental, centrado exclusivamente en la administración de medicamentos no aborda con profundidad el origen de la enfermedad y por lo tanto tampoco se traduce en una completa sanación.
El concepto de paciente a participante es clave.
Cuando nos encontramos con poca energía vital, estamos enfermos, o “padecemos” algún trastorno o dolencia acudimos a los centros sanitarios y pasamos a ser “pacientes”. Los médicos y personal sanitario con su buen hacer y profesionalidad nos diagnostican, tratan y ayudan a mejorar nuestra salud. Pero es erróneo poner en sus manos exclusivamente nuestra sanación. Bien sabemos que una receta tiene que estar acompañada de unos hábitos saludables de sueño, alimentación y ejercicio para que conlleve una mejoría en nuestra salud. Atender a nuestro estado emocional, a la expresión y regulación de nuestras emociones y tener un sentido de vida definido aumenta nuestro equilibrio personal y mejora en consecuencia nuestra salud.
En este enfoque integrativo de la medicina el paciente es participante en su proceso de sanación. Es consciente de su estado físico, conoce y sabe interpretar los mensajes de su cuerpo, sabe lo que es saludable para su vida. Percibe sus emociones y tiene un cauce de expresión de las mismas.
Estudios realizados en centros médicos y hospitales en todo el mundo demuestran que la práctica de una disciplina artística mejora la salud.
Prescribir arte, motivar a los “pacientes” para que canten, bailen, hagan teatro, vayan a museos es considerarlos “participantes” responsables en su proceso sanador y está científicamente demostrado que contribuye a aumentar su sensación de bienestar.
Todos somos artistas, seres con potencial creador. No te digas: “ no sé cantar, no sé pintar, no sé hacer teatro, no se me da bien actuar”. El arte es expresión, en la prescripción artística toda expresión y creación es maravillosa, bien recibida y sanadora de por sí.
En Prexcribe Arts te ayudamos a descubrir ese potencial artístico, descubre en nuestras sesiones individuales el poder sanador de la expresión artística.
En tus manos está la capacidad de mejorar tu salud por medio de la expresión artística. Potenciarás el plan terapéutico que tienes si estás enfermo o si estás sano desplegarás un estilo de vida saludable preventivo de enfermedades, aumentando en los dos casos tu sensación de bienestar.
¡VIVIR LA VIDA EXPRESANDO, CREANDO, SIENDO ARTISTA ES ALGO QUE NO TE PUEDES PERDER!
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Esther San Emeterio